Increíble que la caracas de ayer aún esté allí...


Esta semana, gracias a la oportunidad que la FUNDACIÓN EMPRESAS POLAR, le dio a este proyecto NUESTRAS RAÍCES de dictar el Taller Integral de Danzas Tradicionales, se presentó la ocasión de poder recorrer el casco histórico de Caracas, ya que la CASA DE ESTUDIOS DE LA HISTORIA DE VENEZUELA DR. LORENZO MENDOZA está ubicada en esta zona y es allá donde dicto el taller.

Durante la espera de horas que tuve que hacer por tener que cubrir otras diligencias decidí ir a dar un paseo, aprovechando de ejercitar la imaginación, y el resultado fue espectacular; estando rodeado de corneteo de carros, humo de autobuses, Edificios de bancos, ministerios, pedigüeños y otras cosas que se empeñan en desvirtuar y escamotear lo que sólo con el ejercicio de imaginación logras observar y admirar. Es increíble que la Caracas de ayer aún está allí, negándose a desaparecer y soportando las adaptaciones con el único objetivo de mantenerse en el tiempo.

Fachadas imponentes con grandes ventanales de casas que en otrora eran residencias de blancos pudientes mantuanos que con la opulencia traída de su cultura europea dieron forma a la ciudad, grandes solares que reciben al visitante dando luz natural a toda la propiedad, con grandes columnas y muebles de la época que no dudan en invitarte a seguir y recorrer todo, pisando sobre suelos de mosaicos coloridos y de perfecta formación de figuras artísticas, sí, es arte hecho arquitectura o arquitectura hecha arte, sin importar el orden porque no se prela el uno con el otro.

Monumentos que recuerdan lo grande de esta tierra, el porque luchar por ella, no cabe en el pecho cuando pasas por la catedral o por la Plaza Bolívar y vez la muy española casa natal del libertador y los balcones que fueron testigos de revueltas independentistas y coloniales. No dudo que lo observado gracias al recorrido me transmitía una nostalgia enorme por saber que son tiempos aquellos que quizás no se repitan, son muy grandes los factores externos  que impiden incrementar  o regresar a la antigua belleza, ya esto es imposible hacerlo pero lo que yo pagaría lo que fuera por verlo y revivirlo, saber y conocer lo que pasó, como pasó, sus protagonistas y espacios.

Fui por dictar un taller a Caracas y Caracas me regaló un viaje que recordaré y repetiré apenas tenga la oportunidad.

Se que podré compartir esta emoción y revivirla cada vez que esté caminando por las calles de Caracas.